VIVIR
En el nombre de Dios. El Clemente. El Misericordioso.
Vivir supone abrazar la vida con tanta intensidad que, la curiosidad, el desapego, la no violencia, la alegría, la superación, la búsqueda de conocimiento, la conciencia de nosotros mismos y del mundo que hace de nosotros lo que somos, el objetivo de todos nuestros anhelos.
El amor y la armonía nos empujarían hacia una energía desbordante que harían de nosotros verdaderos seres de luz. No dependeríamos de que nadie nos dijera como cuidarnos unos a otros y cómo cuidar de nuestra madre la Tierra, porque nosotros seríamos, agua y fuego, viento, tierra y éter, león y gacela, árbol, nube y lluvia, brisa y mar, playa y horizonte. Universo e infinito. Seríamos ¡Ay, si nos atreviéramos a vivir! La conciencia infinita y equilibrada que nos condujera a la Totalidad.
Ángel Lafuente Laarbi-Rommani